Metáfora de «los surcos» para entender y jaquear tu mente
Uno de los apartados del libro que más han gustado
En plena Navidad os escribo mi última carta del año. He barajado varias ideas, complicándome porque ando enredada en un proceso de reflexión sobre la Newsletter. De repente vino el flash:
¿Qué mejor manera de cerrar el año que un esquema de uno de los apartados del libro que más han gustado?
Además, quería incluirlo en TecleoLento en algún momento para así referenciarlo cuando lo necesite, pues me resulta fundamental para explicar muchas cosas.
Vamos a ello.
Idea esencial: En la mente, si cambia el software, cambia el hardware
🗺️ Contexto → Ver carta «la metáfora la mente es software»
Las neuronas son el hardware (ordenador). Y el modo en que estas interactúan, el software (programas como el Excel).
💡 En la mente, si se modifica el hardware, se modifica el software, y viceversa; mientras que en un ordenador solo ocurre en la primera dirección.
Si se te fastidia el disco duro, pierdes los programas informáticos que tengas (como en la mente).
Pero si instalas un nuevo editor de textos, el hardware no se modifica.
En la mente, por el contrario, si aprendes a andar en bici (introduces software), tu cerebro sí se modifica.
🎓 Explicación
Según vamos aprendiendo y viviendo experiencias (es decir, adquiriendo software), en nuestro cerebro se van formando, o modificando, patrones de activación; lo que implica necesariamente que se crean y destruyen conexiones entre las neuronas; y así ciertos circuitos neuronales se crean, se consolidan o se debilitan.
❗Importante
Es más, cuando se activan patrones neuronales, estos se fortalecen y, por tanto, son más fácilmente activables de nuevo. Esto se entiende mejor con la metáfora de los surcos.
Metáfora de los surcos
Como el agua al descender una ladera, la activación va por los surcos ya existentes, y, al hacerlo, colabora en convertirlos aún en más marcados, más profundos.
Por eso cuesta aprender a conducir y luego sale sin esfuerzo (hay que hacer el surco). Y por eso también, cuesta más corregir un mal hábito en un deporte, que adquirirlo de nuevo. Importante: mi manera de sentir, pensar y actuar, incluso de percibir, también funciona así.
Tres variables determinan la profundidad del surco
La profundidad del surco depende de tres variables: repetición, momento e intensidad de la corriente de agua (activación del circuito neuronal).
La «repetición»
Cuantas más veces descienda el agua por un surco, más profundo se hará este.
Es decir, cuantas más ocasiones se active un patrón neuronal, más fuerte se hará.
Corolario esencial para la vida: «lo que se repite, se fortalece» (sea el hábito de agacharme correctamente, sea la manía de autocriticarme).
El «momento»
Se refiere a que la activación ocurra en una época temprana de la vida (en la infancia y, en menor grado, en la adolescencia), pues es cuando nuestro cerebro se está formando y se conforma nuestro «sistema operativo» y, por lo tanto, los sucesos tendrán mayor impacto.
En términos de nuestra metáfora, se podría formular de la siguiente manera: al estar la tierra de la ladera más blandita, el discurrir del agua deja más huella.
La «intensidad»
Todos sabemos que lo muy bueno o muy malo, especialmente lo segundo, nos deja mucha huella.
Aquí entraría todo lo traumático y la angustia que nos aparece al pasar por aquella calle donde hace décadas nos atracaron.
Es el efecto de una tromba de agua sobre la ladera y los nuevos y hondos cauces resultantes.
Ayuda a entender parte de por qué repetimos lo que nos hace daño: el agua tiende a ir por el surco profundo, independientemente de que eso haga sufrir al yo.
Corolario: «la intensidad es adictiva» (por eso, entre otras cosas, se produce el enganche a relaciones tipo montaña rusa).
Sobre las conexiones
A veces crear un pequeño surco, une otros y el agua comienza a correr de nuevas maneras.
Esto sucede, por ejemplo, cuando algo nos hace clic, cuando algo nos rompe los esquemas o cuando hacemos una conexión importante. Los efectos nos suelen impresionar.
Son los famosos insight en psicoterapia. Pero también lo podemos observar en la vida cotidiana.
En fin, confío que las ideas anteriores os sirvan para entender un poco mejor vuestra mente y la del prójimo. Podéis leer el texto original en las páginas gratuitas en Amazon. Y dejarme dudas o comentarios en Substack o por email.