No soy optimista respecto al futuro. Creo que nuestra especie merece desaparecer. Pero como dice Marguerite Yourcenar, en la cita que siempre me acompaña, «No es nada el que la vida sea atroz; lo peor es que sea vana y sin belleza».
Quizá entonces la vida consista "solo" en aportar nuestro granito, aunque pueda no servir de nada, y en disfrutar de las maravillas que andan escondidas entre las prisas.
¡Que tengáis una bonita salida y entrada de año! 🥂 ✨✨
Nochevieja (libro Minimapas para Tormentas)
Nochevieja... como el resto de las Navidades... ¡posturas encontradas! Si te gusta, a disfrutar. Si no, te pintarrajeo dos posibilidades:
Puedes sazonar con sentido común, es decir, con la frase “es simplemente una noche más, donde, por cierto, mucha gente se aburre” y acudir a tus compromisos con esta mentalidad o escaquearte e irte a tu casita, calentito, la mar de a gusto.
Y también puedes hacer algo diferente (¡sin expectativas, claro!, pues estas tienen la manía de boicotear el disfrute). Solo o acompañado, sé creativo y... pregunta, por ejemplo, a los abuelos por alguna antigua tradición. Diseña tu particular manera de tránsito de año. Lo único que te sugiero si quieres ponerte “modo moñas-tiernecico” es que incluyas el agradecimiento: ¿qué agradeces de este año que termina? Momentos de disfrute, aprendizajes, medallitas que te pones, regalos de la vida, lo que hayas tenido de salud, dinero y amor... Agradecer es un bálsamo vital para las heridas del alma (no para taparlas, sino para calmarlas y sanarlas).
Si hay niños aprovecha e inventad juegos, espectáculos, disfraces... Sin niños también, of course, pero estos son la excusa perfecta para hacer el payaso y sumergirnos en la magia, que tanta falta nos hace.
Por otra parte, con adolescentes la cosa se vuelve “emocionante” así que, si os agobiáis, el compartir con otros padres desde la sinceridad suele ser muy útil. Cada familia es un mundo y esto nunca hay que olvidarlo, pero una sana conversación ayuda a ampliar perspectiva y aplicar así mejor el sentido común. Por último, os dejo unos versos de Benedetti que a mí me gustan para comenzar el año, pues me conectan con lo que realmente me importa, más allá de propósitos de plástico acompañados de uvas.
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos...—Mario Benedetti.
Siempre es un placer leerte Merche. ¡Feliz año nuevo! Un abrazo