Hay un libro bellísimo, Puntos de vista de una mujer de Carmen Laforet. En él encontramos un artículo llamado Los «Reyes» de los niños, del 7 de enero de 1950. Una maravilla.
Os dejo unos fragmentos (¡qué difícil elegirlos!) y ya el lunes retomo la escritura en serio. Las negritas son mías.
¡Felices Reyes! 🎁 🎈🎈
P.D.: El libro citado es como una newsletter de esa época: artículos independientes, más o menos semanales, desde noviembre de 1948 hasta febrero de 1953. Da mucho que pensar. Y la imagen que me hago de la autora a través lo que escribe, me enamora.
«No hay nada en el mundo que me guste más que la mentira, si la mentira, como en este caso, se llama ilusión.» —Carmen Laforet
✨ «Nunca la ilusión de donantes y donados se une mejor que en esta fiesta; nunca en ningún momento de la vida, padres e hijos coinciden —salvando toda distancia de edades y de gustos— en un minuto de armonía tan cabal, tan dulce, como la que se siente cuando todos, con las caras iluminadas, nos inclinamos sobre el paquete que acaba de desatar el pequeño. Nunca es tan pura la alegría de dar ni tan brillantemente ingenua la alegría de recibir.»
✨ «…los juguetes van pasando de esta manera desde los sueños de las madres hasta los amargos caminos, que hay que sortear para obtenerlos, y más tarde sacarán misteriosamente, en la noche alta, con un latir de corazón, con una felicidad que quien no haya sido rey mago no podrá comprender nunca, pero que a mí me parece de lo mejor, de lo más profundo, de lo más exquisito que la vida nos guarda.»
✨ «A veces he pensado que si en todo lo que hiciéramos nos comportáramos como cuando hacemos de Reyes Magos, la vida sería para nosotros indudablemente mejor y más completa. ¿Por qué este esperar siempre, esta locura de esperar un agradecimiento a las acciones que en realidad hicimos solo, únicamente, por causar placer o dicha a alguien? Esto ya es una recompensa portentosa. Podemos verlo cada año, demostrado en las caras radiantes de los padres el día de los Reyes Magos.»
✨ «Mil desazones, mil angustias nos evitaríamos también si todo lo que tuviésemos que recibir lo recibiéramos con el espíritu infantil que lo embellece todo, agradeciéndolo solo a la bondad del cielo.»
¡Gracias! Recibo el post como un muy cariñoso regalo de Reyes.