Muy didáctico Merce. Un asunto complejo y poliédrico que tú despliegas sus diversas caras.
La cuestión es ¿qué nos empuja a ese lugar de objeto?
Desde la brújula la respuesta es clara: el empuje al goce. Ser objeto es ser objeto fálico, el huevo y esas cosas. Y el goce es ‘masamoquista’ por estructura. Pasión por el Amo, decíamos.
En su doble faz, la narcisista, -la más evidente- que complace y completa al Otro desde su fulgor fálico.
Y la victimista, más oscura y velada, que desde su condición de víctima sostiene a un Amo. A no perder de vista su reverso disfrazado de rebeldía perpétua, hacer de tu vida una lucha contra el Amo de turno.
Desde ahí, entender el análisis como un proceso de subjetivación, es decir, el pasaje de vivir en función del Otro, a soltarse, liberarse de esa inercia gozante de repetición y abrirse a la incertidumbre que comporta la aventura del propio deseo. Así pues, un viaje del goce al deseo. Un abrazo.
Doy por hecho de que me sigues Merce y que lo pillas. Me he animado a escribirte esta microsíntesis del pastel alienación/subjetivación a propósito de tu abordaje de la cuestión objeto/sujeto, porque creo que la profundiza y que la puedes metabolizar e integrar en tu mirada y tu generosa labor pedagógica. Un abrazo.
Efectivamente, tu microsíntesis me la he guardado en mi app de notas 😉Aunque queda lejos, por ahora, de lo que pretendo en este espacio de TecleoLento ("mirar hacia dentro, pensar y conversar sobre el alma en sentido amplio") 😅 ¡Buena semana! 😊
Muy didáctico Merce. Un asunto complejo y poliédrico que tú despliegas sus diversas caras.
La cuestión es ¿qué nos empuja a ese lugar de objeto?
Desde la brújula la respuesta es clara: el empuje al goce. Ser objeto es ser objeto fálico, el huevo y esas cosas. Y el goce es ‘masamoquista’ por estructura. Pasión por el Amo, decíamos.
En su doble faz, la narcisista, -la más evidente- que complace y completa al Otro desde su fulgor fálico.
Y la victimista, más oscura y velada, que desde su condición de víctima sostiene a un Amo. A no perder de vista su reverso disfrazado de rebeldía perpétua, hacer de tu vida una lucha contra el Amo de turno.
Desde ahí, entender el análisis como un proceso de subjetivación, es decir, el pasaje de vivir en función del Otro, a soltarse, liberarse de esa inercia gozante de repetición y abrirse a la incertidumbre que comporta la aventura del propio deseo. Así pues, un viaje del goce al deseo. Un abrazo.
Creo que te sigo. Pero la mayoría va a flipar cuando lea tu comentario 🤣🤣🤣
Gracias por compartirlo, Javier 😊
Doy por hecho de que me sigues Merce y que lo pillas. Me he animado a escribirte esta microsíntesis del pastel alienación/subjetivación a propósito de tu abordaje de la cuestión objeto/sujeto, porque creo que la profundiza y que la puedes metabolizar e integrar en tu mirada y tu generosa labor pedagógica. Un abrazo.
Efectivamente, tu microsíntesis me la he guardado en mi app de notas 😉Aunque queda lejos, por ahora, de lo que pretendo en este espacio de TecleoLento ("mirar hacia dentro, pensar y conversar sobre el alma en sentido amplio") 😅 ¡Buena semana! 😊
Muy interesante y como comentas hay que guardarlo para volver a leer y darle otra vuelta y reflexionar. Gracias
Sí. Es uno de los "artefactos" que más me han servido, y me sirven, para seguir pensando. Gracias con comentar, Nuria :)
Gracias