Hola, compañeros:
El domingo dejé programada para hoy la publicación de una carta que abría hilos en torno al tema obstáculos / dificultades / limitaciones. Tras la tragedia sucedida por la dana, fundamentalmente en Valencia, decidí cancelarlo.
Estaba, estoy, sobrecogida. Y me generaba rechazo publicar ese texto en este momento. Así que he cogido un borrador que tenía aparcado hacía meses, lo he “adecentado” y aquí que lo lanzo.
Trata de lo que significa «normal» y son ideas que utilizo mucho en consulta. Creo que os puede resultar interesante. Os dejo con ello. Ya me diréis.
El libro «La mente es software» surgió, en su mayoría, de reflexiones a partir de mi práctica diaria. Pero en particular ciertos apartados ya los utilizaba con algunos pacientes antes de que apareciese la idea del escribir un libro.
Hoy os comparto el esquema de uno de ellos. Y lo hago para tenerlo de referencia para, en futuras cartas, poder pensar juntos sobre, por ejemplo, el hecho de que estén apareciendo tantos Youtubers y personas en las redes con el diagnóstico de TEA (trastorno del espectro autista) o de autismo, cuando hace poco ocurría algo similar con el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad).
Vamos al lío.
El término «normalizar» tiene dos significados
Lo normal es un concepto estadístico que hace referencia al valor (o intervalo de valores) de un parámetro que comparten la mayoría de los miembros de una determinada población.
Ejemplo, en Finlandia lo normal es tener los ojos azules.
Por tanto, ser raro no es malo.
Lo que sí resulta es más difícil
por motivos pragmáticos (todo está diseñado para diestros)
y porque en los grupos, desde siempre, lo raro es malo; y por esto los individuos tienden a intentar (y son empujados a) ser normales, ser estándar, lo que conlleva sufrimiento.
El otro significado de normalizar es despatologizar
Despatologizar es una de las cosas más saludables y eficaces que se pueden hacer en salud mental (ejemplo: normalizar las sensaciones de presencia del fallecido en un duelo).
Pero, a causa del otro sentido del término normalizar, a mí me gusta más decir «es humano», en vez de «es normal», porque despatologiza igual sin alimentar la «neura» que casi todos tenemos de ser normales.
Por tanto, estoy con quienes apuestan, siempre que se pueda, por despatologizar (lo que me pasa es humano) y anti-estandarizar, es decir, subjetivar (todos somos diferentes).
Pero hay que puntualizar otras cosas importantes
📌 Normalizar en el sentido de despatologizar…
No es quitar importancia. Cuando te rompes una pierna, duele mucho, aunque ese dolor sea normal, aunque ese dolor sea humano.
Tampoco debiera implicar meter todo en el mismo saco. Cuando envejeces, el sueño se altera (es un proceso humano), pero cada caso es diferente y hay que explorar y ocuparse de las consecuencias particulares.
Así, normalizar en el sentido de despatologizar puede servir para bien o para mal: para bien si tranquiliza y para mal si invalida el sufrimiento y la subjetividad.
📌 En cuanto a normalizar como estandarizar, puede atentar contra el sujeto
El subtítulo de mi primer blog era «Una cabra que intentó ser oveja». Está requetebién que te enseñen valores y las cosas que hay que hacer para estar sano. Pero lo de «imponer» presenta importantes cuestiones éticas («lo hago por tu bien»). Y esto en las cuestiones de salud mental cobra especial relevancia.
¿Preguntas?, ¿comentarios?
Veis que es un texto breve pero denso. Así que, si queréis, lo conversamos por email o en los comentarios.