Meditación, asociación libre y atención flotante
Si te interesa el psicoanálisis o meditas, hoy empezaremos a tender puentes
Y en la sección «Encuentros», una metáfora sugerente, bella y cercana sobre todo esto de observar los pensamientos
En psicoanálisis al paciente se le pide una actitud determinada, la «asociación libre». Y al terapeuta otra, la «atención flotante». Hoy comentaremos algunas de las enormes similitudes que tienen ambas con la «actitud meditativa». Comenzaremos, no obstante, con una breve explicación de dichos conceptos.
Asociación libre
En psicoanálisis al paciente solo se le pide una cosa: que diga todo lo que se le pasa por la cabeza, aunque salte de un tema a otro y aunque aparezca algo que le da vergüenza. A esto se le llama «asociación libre» o la regla fundamental del psicoanálisis. Y es un Norte, porque conseguirlo realmente es imposible (salvo en ciertas patologías).
Asociar libremente es importante por varias razones. Entre ellas, si te dejas hablar con un otro que escucha, puedes decir cosas que no sabías que sabías, puedes sorprenderte con los lapsus y puedes ir elaborando las cosas de una nueva manera. Otro día lo ampliaremos. Hoy os dejo una cita de un psicoanalista relacional antes de continuar.
«En las primeras sesiones, los psicoanalistas solemos explicar al paciente que es muy importante que hable de lo que le pase por la cabeza y que intente prescindir de si lo que dice quedará bien o mal, o de si puede parecer absurdo o no. (...)
Me gusta añadir que la cuestión de poder expresarse libremente es más fácil de decir que de poner en práctica y que, en todo caso, conseguirlo dependerá en gran medida del clima que seamos capaces de crear entre nosotros.
Comento que nuestro objetivo es precisamente conseguir crear un tipo de atmósfera donde el paciente pueda expresar lo que siente con la máxima libertad.
También digo que para poder entender mejor sus síntomas, es decir, su sufrimiento emocional, necesitaremos acceder a sensaciones que tal vez le hayan pasado desapercibidas durante su vida y que ir tirando del hilo de las cosas que se le van ocurriendo libremente es el único modo de llegar a los sentimientos que por algún motivo han quedado aparcados.»
—Ramón Riera, La conexión emocional.
Asociación libre y meditación
Freud definió la asociación libre de la siguiente manera:
«Compórtese como lo haría, por ejemplo, un viajero sentado en el tren del lado de la ventanilla que describiera para su vecino del pasillo cómo cambia el paisaje ante su vista»
—Freud, «Sobre la iniciación del tratamiento», 1913.
La analogía del tren también aparece curiosamente en una cita del libro de Pema Chodron «Cómo meditar»:
«Los pueblos y los campos que el viajero ve a través de la ventana del tren no hacen que el tren vaya más lento, ni el tren los afecta a ellos. No se molestan entre sí. Así es como debes ver los pensamientos que te pasan por la mente cuando meditas»
—Dilgo Khyentse Rimpoche.
Vemos entonces que la asociación libre que se le pide al paciente, se asemeja a la actitud meditativa. Y comentaremos más similitudes conforme profundicemos en el tema de la meditación.
Atención flotante y meditación
Si al paciente se le pide asociación libre, la regla que ha de seguir el analista (los psicoanalistas llaman así al "terapeuta") es la «atención flotante». Es lo mismo, solo que la primera es para hablar y la segunda para escuchar.
Veamos como define Freud, la atención flotante
Provisionalmente dejaremos nuestro juicio en suspenso [in Schwebe], y prestaremos atención pareja [gleich] a todo lo que hay para observar. —Freud, «Análisis de la fobia de un niño de cinco años», 1909.
No querer fijarse en nada en particular y en prestar a todo cuanto uno escucha la misma atención parejamente flotante. —Freud, «Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico», 1912.
La regla, para el médico, se puede formular así: «Uno debe alejar cualquier injerencia consciente sobre su capacidad de fijarse, y abandonarse por entero a sus memorias inconscientes»; o, expresado esto en términos puramente técnicos: «*Uno debe escuchar y no hacer caso de si se fija en algo». —Freud, «Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico», 1912.
Relación con la «imparcialidad» y «el no interferir» propios de la atención desnuda budista
En el texto de Freud «Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico», de 1912, encontramos, además de las expuestas, otras frases que evocan a la imparcialidad y al no interferir propios de la atención desnuda budista (y actualmente retomada por el Mindfulness).
Para el analista es un reto, por una parte, dejar a un lado el deseo de curar y sus conclusiones sobre lo que le ocurre al paciente, para poder seguir escuchándole. Y por otra, más difícil es separarse de las propias reacciones del «me gusta, no me gusta» para no filtrar con juicios.
Respecto al no interferir, copio un párrafo del libro «Pensamientos sin pensador: Psicoterapia desde una perspectiva Budista» de Mark Epstein:
«Mientras que Freud describió esta postura de la atención, solo resaltó su valor para el terapeuta a la hora de captar la deriva del inconsciente del paciente. Lo que Freud no describió es lo que señaló Bion: el impacto de este estado mental en el paciente. El estado que Freud describió es necesario porque solo en ese estado el paciente no sentirá la intrusión de la mente del terapeuta. Los deseos y las expectativas del terapeuta, por sutiles que sean, generan una presión contra la que el paciente tiene que reaccionar o ante la que tiene que someterse»
Es más, por lo que explica Epstein después en este libro, parece que esto permite surgir lo inconcluso del paciente. Quizá en otra ocasión intento entrar ahí.
¿No os parece curioso?
No deja de sorprenderme como en mi camino llego a la misma isla por diferentes playas. Aunque a veces es difícil y lleva tiempo darte cuenta de que es la misma isla. También es cierto que son playas muy diferentes con variados encantos e inconvenientes.
En fin, tras esta especie de analogía, voy a ir concluyendo.
Como he señalado antes, en futuras cartas, desarrollaremos más relaciones entre las actitudes que proponen la meditación budista y el psicoanálisis (tengo al menos ya en la cabeza un texto en torno a la curiosidad).
Por otra parte, en el post "Pensamientos, emociones, sensaciones" comentábamos que la práctica meditativa sirve para ir experimentando pensamientos y emociones como sucesos/objetos. Y esto sirve mucho para dejarse asociar más libremente. Pero de nuevo explicar las posibles sinergias entre meditación budista y psicoanálisis queda para otra ocasión
Espero que esta carta os haya resultado interesante. Aunque soy consciente de que entre vosotros, lectores, hay personas de muy diferentes ámbitos e inquietudes. Si queréis, dejadme preguntas en los comentarios y podemos conversar.
#budismo-meditacion #psicoanalisis
✨ Encuentros
El sábado pasado, mientras editaba el texto anterior, llegó a mi buzón la newsletter de Carmen Pacheco. Aparte de otra sincronía personal que me guardo, me pareció curiosísima la resonancia con lo que os acabo de contar.
Leedla, por favor. Expresa en literario, en bonito y en cercano todo esto de observar los pensamientos, sabiendo que solo soy responsable de mis actos (palabras pronunciadas incluidas), no de lo que ocurre dentro de mi cabeza.
¡Cuánto daño ha hecho la primera forma de pecar de la oración «Yo confieso ante Dios Todopoderoso (…) que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión»! ¡Y cuánto daño hacen ciertas corrientes de psicología positiva y de pensamiento New age!
En fin, este es el enlace: 🏹#68: Pensar sin culpa.
¡Que tengáis una bonita semana!