Histeria, obsesión y desencuentros cotidianos
Partiendo del tráiler de una película, veremos lo difícil que es entendernos con el otro
Han sido dos semanas digamos que «intensas». Por suerte tenía este texto escrito desde hace tiempo. A ver cómo me organizo estos meses de verano para tener ratitos de calma, más allá de la semana que me voy de retiro (y que hoy incluso ha aparecido en mis sueños). También quiero explorar otras maneras de hacer de estas cartas un espacio de sosiego y conexión. En fin, confío que lo que envío hoy os deje hilos interesantes de donde tirar. Allá vamos.
Histeria y obsesión son dos palabras que pueden significar muchas cosas. Hoy quiero hablar de sus sentidos en psicoanálisis. No tanto para etiquetar personas, sino como acercamiento a los desencuentros humanos. Es decir, los voy a usar como ejemplo para mostrar lo difícil que es entendernos con el otro.
En línea con mi estilo en estas cartas, simplifico tanto que a veces "miento".
Empecemos aclarando que lo obsesivo y lo histérico se pueden aplicar...
a estructuras subjetivas o de personalidad (parodiando podríamos decir que equivaldría a los signos del zodiaco),
a rasgos (esta iglesia católica tiene rasgos de mezquita),
a posiciones (si las estructuras son cajones cerrados, las posiciones son cajones entre los que puedo ir saltando)
o a síntomas (ejemplo: las obsesiones que cualquiera hemos podido tener en determinado momento).
De todo ello, hoy nos centraremos en las estructuras subjetivas en la vida cotidiana. Es decir, dejaré unos retazos de sujetos obsesivos y sujetos histéricos que tienen sus enredos pero que se las apañan con las vicisitudes de la existencia.
En todo caso, como siempre digo, los términos psicológicos y psiquiátricos son constructos, no son entidades del mundo natural, y todas estas etiquetas tienen peligros (ejemplo, el de fijar funcionamientos psíquicos que nos hacen sufrir).
Sigamos.
Hasta ahora (y lo preciso por los vertiginosos cambios que se están dando hoy en la subjetividad) la mayoría de los sujetos obsesivos eran hombres y la mayoría de los sujetos histéricos, mujeres.
Entre los personajes cinematográficos a los que se les puede adjudicar la etiqueta de obsesivos encontramos seres tan diferentes como el protagonista de Shame, la mayoría de los interpretados por Woody Allen y Laura Brown de la película "Las horas".
En esta misma película, Las horas, Clarissa Vaughan, interpretada por Meryl Streep, podría ser la histeria. Y precisamente Meryl Streep protagoniza la película "Si de verdad quieres", cuyo tráiler me ha empujado a este post.
Tal y como se explica en este otro video ¿Qué es la histeria? (minuto 21), Maeve (Meryl Streep), “histeria”, no se contenta con la vida aburrida y decide ir a terapia sexual, a pesar de que para su pareja, “obsesivo”, las cosas están bien tal cual están.
Por dejar una pincelada, la histeria está en lo que le falta, en la insatisfacción. Su parte "fea" es la queja excesiva y el reproche. Y su parte "bonita" es el deseo chispeante que le hace ir hacia la vida y a encontrar algunas satisfacciones posibles.
Al obsesivo, por su parte, el deseo, es decir, contactar con la falta, le asusta. Con lo cual prefiere las rutinas y lo predecible. E intenta reducir el enigma del deseo del otro a una demanda concreta.
Y desde estas dos posiciones, se pueden entender los clásicos desencuentros entre hombres y mujeres. Pero no como cuando se dice (me lo invento) que los piscis no casan con los tauro por tales características; sino desde unas dinámicas psíquicas que, como tienen una lógica, se pueden leer de una manera diferente en cada caso. Por esto me gusta el psicoanálisis como acercamiento al misterio de la mente (otra cosa es la práctica, pero esto lo dejo para otra carta).
En fin, os dejo algún vídeo más sobre la histeria y la obsesión:
18- ¿Qué es la histeria? - YouTube (este es el de arriba)
32- Pensamientos sin salida en la neurosis obsesiva - YouTube
Neurosis, clase 5. La Otra Psiquiatría - YouTube (vídeo del gran José María Álvarez; si os va, ojead las clases anteriores)
✨ Encuentros
Al recopilar los vídeos anteriores, he visto este: 65 - Mitos acerca del psicoanálisis. Y ha hecho que me acuerde de la entrevista de Alex Fidalgo a Gabriel Rolón porque ambos vídeos os pueden resultar interesantes si sabéis poco o nada de psicoanálisis.
No obstante, en otoño escribí la carta «Psicoanálisis, una aproximación al cacao», a modo de marco, resumen y esquema de cómo veo este campo de estudio, para que os podáis situar y así avanzar por donde os interese.
Espero que estéis disfrutando del verano. Nos leemos en dos semanas, en los comentarios o en vuestras respuestas al email 😊🙏